Per l'occidente
 
   

Las razones de nuestro compromiso

   

El Occidente fuerza de civilizaci n

El Occidente est  en crisis. Atacado desde el exterior por el fundamentalismo y por el terrrorismo isl mico, no pudiendo contestar al desaf o. Minado internamente por una crisis moral y espiritual, no encuentra el coraje para reaccionar. Nos sentimos culpables de nuestro bienestar, sentimos verg enza de nuestras tradiciones, consideramos el terrorismo como una reacci n a nuestros errores. El terrorismo, es sin embargo, una agresi n directa a nuestra civilizaci n y a la humanidad entera.

Europa se ha paralizado. Contin a disminuyendo la natalidad, competitividad, unidad de acci n en la escena internacional. Oculta y niega su propia identidad y por lo tanto suspende la tentativa de tener una Constituci n leg tima para los ciudadanos. Determina una fractura con los Estados Unidos y hace del antiAmericanismo una bandera. Nuestras tradiciones se ponen en discusi n. El laicismo o el progresismo reniegan de las costumbres milenarias de nuestra historia, desprecian por lo tanto los valores de la vida, de la persona, del matrimonio, de la familia. Se predica la igualdad de valores de todas las culturas. Se deja sin gu a y sin regla alguna la integraci n de los immigrates.

Como ha dicho Benedicto XVI," ..Hoy el Occidenta no se ama a s  mismo..". Para superar esta crisis , necesitamos m s empe o y en los asuntos de nuestra civilizaci n.

Europa

Estamos comprometidos en refundir un nuevo europeismo que encuentra la inspiraci n de los padres fundadores de la unidad europea en su verdadera identidad y en la fuerza de hablar al coraz n de sus ciudadanos.

La Seguridad

Estamos comprometidos en hacer frente al terrorismo de cualquier clase, por tratarse de un crimen contra la humanidad, y privarlo de cada justificaci n o ayuda, para aislar todas las organizaciones que atentan contra la vida de civiles, a enfrentarnos a cualquier predicador del odio. Estamos comprometidos a proveer el apoyo total a los soldados y a las fuerzas del orden que tutelan nuestra seguridad, tanto en el interno de un pa s como en el extranjero.

La integraci n

Estamos comprometidos a promover la integraci n de los inmigrantes en nombre de los valores y principios de nuestra Constituci n, sin aceptar m s que el derecho de la comunidad sin que prevalezca sobre el derecho de los individuos que los componen.

La vida

Estamos comprometidos a sostener y apoyar el derecho a la vida, desde la concepci n hasta la muerte natural; aconsiderar al "feto" como una "persona"; titular por tanto de derechos que deben ser tenido en cuenta, y nunca como "algo" facilmente sacrificable para fines diversos.

La subsidariedad

Estamos comprometidos a apoyar el principio "Tanta libertad como sea posible, tanto Estado cuanto sea necesario ". Con esto se exalta la supremac a cristiana y liberal de la persona y de los cuerpos intermedios de la sociedad civil y se concibe el poder pol tico como una ayuda y un instrumento para la libre iniciativa de individuos, familias, asociaciones, compa  as, servicio volontario.

La familia

Estamos comprometidos en afirmar el valor de la familia, sociedad natural fundada sobre el matrimonio, que debe ser protegida y distinguida de cualquier otra forma de uni n.

La libertad

Estamos comprometidos en difundir la libertad y la democracia como valores universales v lidos en cualquier parte, tanto en Occidente como en Oriente, tanto al Norte como al Sur. No es el precio de la esclavitud muchos, que pueden vivir el privilegio de unos pocos.

La religi n

Estamos comprometidos en confirmar la distinci n entre el Estado y la Iglesia, sin rendirnos a la tentativa laicista de relegar e la dimensi n religiosa solamente a la esfera privada.

La educaci n

Estamos comprometidos en defender y promover la libertad de educaci n sin negar la funci n p blica de la instrucci n. Entendemos que realizar la comparaci n completa de la escuela no estatal (privada) con la escuela estatal (publica), aplicando tambi n en este campo el principio general de subsidiariedad.

Italia

Estamos comprometidos en convertir nuestra Patria todavia en un a Patria m s potente para exaltar los valores del conservadurismo liberal, de modo que el crecimiento de las libertades p blicas e individuales se equiparen al mantenimiento de nuestras tradiciones. No puede ser ni libre ni ser respetado quien se olvida de sus propias raices.